El Portal de la NES
  Artículo 9: R.O.B.eando
 
ARTÍCULO Nº 9: R.O.B.eando
(04/04/2011)



Uno de los periféricos más desconcertantes, curiosos y peculiares de la NES es R.O.B., o lo que es lo mismo “Robotic Operation Buddy” (Amigo Robótico de Funcionamiento, o algo así, en la lengua de Cervantes).

Muy pocos usuarios de NES han llegado a tener en sus manos uno de estos confusos periféricos. Es posible que a algunos nos suene haberlo visto en algún anuncio de la época o en revistas,... o ya posteriormente en internet, pero sin llegar a probarlo para conocer de primera mano cómo funciona.

BREVE RESEÑA HISTÓRICA

R.O.B. nació en Julio de 1985 y, como casi todo producto oficial de Nintendo, en Japón. Bajo el nombre (poco original) de “Family Computer Robot”, los japoneses empezaron a disfrutar de este extraño cacharro con forma de marciano. En su versión japonesa, el periférico está ataviado con los colores de la Famicom.

Pocos meses después, Nintendo, en un inspirado movimiento estratégico, relaciona este periférico (rebautizado como R.O.B.) con la inminente salida al mercado de la NES occidental. Las repercusiones que tuvo este movimiento se tratarán al final del artículo, y si no sabéis de qué hablo, no os lo perdáis porque es lo más interesante.

Finalmente, pasado el verano de 1986, R.O.B. llega a Europa. Con menos impacto ya que no estuvo relacionado con la llegada de la NES a este territorio, ni tuvo la misma repercusión histórica a posteriori.

FUNCIONAMIENTO

Básicamente, R.O.B. no es más que lo que se ve en la imagen de la derecha. Se compone de una base hexagonal, una columna central, una plataforma desplazable, donde se encuentran los brazos articulados, y un receptor orientable en la parte superior. R.O.B. no va conectado a la consola así que su comunicación con la NES se produce de manera indirecta.

La base hexagonal tiene en 5 de sus lados una ranura, numerada de la 1 a la 5, y sirven para fijar accesorios alrededor de R.O.B. dependiendo de a qué juego vayamos a jugar.

La plataforma desplazable es capaz de elevarse o descender entre 6 posiciones y la columna central es capaz de girar entre 5 posiciones (que coinciden con las ranuras de la base hexagonal). En total, tenemos 30 posiciones posibles para R.O.B.

El receptor es una parte vital del periférico. Debe colocarse “mirando” a la pantalla de televisión, para lo cual es posible moverla para buscar la mejor orientación. Su funcionamiento es análogo al receptor de la Zapper (comentado en su artículo), pero más complejo: Cuando la pantalla emite ciertos estímulos luminosos, R.O.B. es capaz de recibirlos, interpretar su color y duración y actuar en consecuencia. En la parte superior se incluye un led que indica cuándo está recibiendo datos.

Resumiendo, los movimientos que puede realizar R.O.B. son: desplazamientos verticales, giros sobre su propio eje y separar/juntar los brazos articulados.

Con todo este rollo, es difícil hacerse una idea del modo en que este aparato es capaz de intervenir en un videojuego. Veamos cómo.

JUEGOS

Ni por asomo penséis que R.O.B. posee un catálogo de juegos compatibles equiparable a la Zapper. Para nada, son sólo 2 juegos en los que R.O.B. puede participar, y encima son malillos. A saber:

GYROMITE (ROBOT GYRO)


Para jugar a Gyromite se necesita una serie de accesorios concretos para R.O.B. que vienen con el propio juego.


A las 5 ranuras que tiene la base de R.O.B. que hemos comentado antes van fijados sendos accesorios. A saber:
  • 1 Gyro Spinner: Es el cacharro blanco de la zona inferior izquierda. Al colocar uno de los “gyros” (esos discos rojos que son como peonzas) en el rótor (la zona negra) y hacer presión con R.O.B., se activa de forma que pone el gyro a girar a muchas revoluciones. Consume sus propias pilas y lo puedes usar aparte como un juguete más, junto a los gyros.
  • 2 soportes de gyros: Simplemente sirven para depositar los gyros cuando no los estás usando. Están unidos así que los tienes que colocar en dos ranuras adyacentes.
  • 2 actuadores: También están unidos y no podría ser de otra forma. Lo conforman dos palancas, acabadas en dos pulsadores, uno de color azul y otro de color rojo. R.O.B. puede activar dichos pulsadores cuando tiene un gyro entre sus garras. Dichas palancas confluyen juntas hacia una pequeña bandeja donde debe ir colocado… ¡el mando del segundo jugador!
En efecto, cuando uno de los pulsadores es activado, en realidad estamos pulsando uno de los botones del mando del “Player 2”. Así es como interactúa R.O.B. con la NES en Gyromite.

Además, se incluyen unas pinzas especiales para colocarlas en los brazos de R.O.B., de forma que pueda coger los gyros correctamente y transportarlos incluso si están girando. Su forma es similar a unas garras.

Para Gyromite se limitan los movimientos de R.O.B. de modo que sólo tiene 3 alturas para la plataforma desplazable, y así debe ser para no tardar mucho entre que R.O.B. agarra un gyro y lo coloca donde se requiera.

En el juego, el jugador usa el mando del “Player 1” para manejar al profesor Hector, quien tendrá que recoger toda la dinamita encendida que hay por el laboratorio (estos científicos locos son un desastre...). En su camino se encontrará, aparte de enemigos con forma de bichejo, con unas columnas de color rojo o azul, y será necesario usar a R.O.B. para subir y bajar dichas columnas.

Si pulsamos Start, el fondo del juego se vuelve azul, y así podemos comunicarnos con R.O.B. Cada orden a R.O.B. requiere pulsar Start y acto seguido pulsar un botón: con la cruceta moveremos la plataforma desplazable, con A se separan los brazos (soltar) y con B se juntan (agarrar). Mediante esas órdenes, transmitidas a R.O.B. mediante destellos luminosos a su receptor, has de conseguir que R.O.B. presione el pulsador azul/rojo con un gyro, con lo que las columnas de dicho color bajarán o subirán. Una vez R.O.B. levante el gyro y deje de hacer presión sobre el pulsador, las columnas de ese color volverán a su posición original.

   

¿Entendido todo? Ok. Entonces os preguntaréis... ¿para qué sirve el cacharro ese que ponía a los gyros en revolución? ...bien. Pensad por un momento que es necesario mover las columnas rojas y azules a la vez. Ahí entra el Gyro Spinner. Tendríamos que llevar mediante órdenes un gyro al Gyro Spinner, dejarlo unos segundos para que coja velocidad, y transportarlo rápidamente a uno de los pulsadores, dejándolo sobre el pulsador girando como una peonza. Inmediatamente habría que empuñar el otro gyro y pulsar el otro pulsador. Sin perder un instante, movemos a Hector a través de las columnas. Ya sólo quedaría soltar el gyro que llevamos en uno de los soportes y agarrar el que está rotando cual perinola antes de que pierda toda su energía de rotación y caiga. Uf, me canso sólo de pensarlo.

Gyromite tiene otro modo de juego donde Hector camina sonámbulo y directamente le damos órdenes a R.O.B. El funcionamiento sigue siendo el mismo.

Sí, es verdad, todo esto es una chorrada si puede coger uno mismo el mando del segundo jugador y trastearlo para avanzar en el juego. Pero entonces no tiene gracia. No seáis tramposillos. Aunque con lo lentos que son los movimientos de R.O.B., ganas dan.

STACK UP (ROBOT BLOCK)


Igual que en Gyromite, Stack Up usa una serie de accesorios exclusivos para R.O.B.


En este caso los accesorios son menos variados que en el otro juego para R.O.B.

Básicamente son 5 soportes de bloques, a colocar en cada una de las ranuras de la base de R.O.B. y cinco bloques redondos de colores (blanco, rojo, verde, azul y amarillo). También incluye dos pinzas específicas para los brazos de R.O.B.

El funcionamiento es mucho más sencillo, así como el juego. Simplemente colocar un soporte en cada ranura (son todos iguales), y los bloques de colores como se indique en la pantalla del juego.

En primer modo, “Direct”, el jugador manda las órdenes a R.O.B. mediante unos botoncitos gigantes que pulsa con fruición el profesor Hector. Simplemente se trata de mover los bloquecitos de colores con R.O.B. hasta conseguir un patrón determinado. Lo más absurdo es que hay que darle al Start cuando lo hayas conseguido. Osea, que le puedes dar cuando te dé la gana y el juego cree que ya has acabado. Un filón para los tramposillos.

En “Memory” el objetivo es el mismo, pero tiene un poco más de miga, ya que hay que dar la secuencia completa movimientos de antemano. Un poco más interesante pero se domina con facilidad. Un Start volverá a ser la clave del éxito. Así también me paso el juego yo, y sin R.O.B. que valga.

   

En “Bingo” se pondrá a prueba nuestra habilidad y paciencia al tener que mandar órdenes a R.O.B. haciendo “líneas” como en el bingo. Pero nuestros problemas son una bola de pinchos que estorba y un bufoncete que le da por pulsar los botones al tun-tún. Por cierto, ¿adivináis? Pulsando Start pasas de pantalla.

En definitiva: Stack Up es basurilla. Debido a que no se ha implementado una comunicación NES-R.O.B. para indicar que se ha cumplido el objetivo, “obligan” al jugador a decirle al juego “oye, que ya lo he conseguido”. ¿Imagináis que se pudiera hacer eso en un Castlevania, por ejemplo?

CABALLO DE TROYA

R.O.B. es algo más que un juguete. Es mucho más. Es un movimiento estratégico inteligente, un disfraz, un salvador de la industria del videojuego... un Caballo de Troya.

Pongámonos en antecedentes. Verano de 1985, Japón. Nintendo observa con regocijo cómo de bien se ha vendido la Famicom dentro del país y lo interesante que sería tratar de exportar la plataforma doméstica de videojuegos a occidente, cuya primera parada sería el mercado potencial estadounidense.

La compañía del fontanero bigotudo tuvo que enfrentarse a varios problemas de distribución (donde no llegó a un acuerdo con Atari), publicidad, financiación, diseño... pero principalmente a las reticencias de los vendedoras a llenar sus estanterías de videoconsolas.

Para comprender dichas reticencias vayamos atrás en el tiempo un poquito más. Estamos en 1985 y en Estados Unidos las tiendas no quieren ni oír hablar de videojuegos. ¿Por qué? Todo empezó con una sentencia judicial en una disputa entre Atari (empresa que controla el sector) y Activision (su primera desarrolladora). Esta sentencia indicaba que Activision podía desarrollar software para Atari sin tener que rendir cuentas a la misma. Lo que pudo ser un paso adelante para destruir un monopolio acabó destruyendo todo el sector. Aparecieron de debajo de las piedras centenares de desarrolladoras que llenaron el catálogo de juegos de ínfima calidad o burdas copias de juegos existentes. Sin prensa especializada, los consumidores pronto observaron lo que pasaba y desconfiaron. Los videojuegos no se venden ni regalados y las tiendas pierden dinero con ellos. La mayoría de las desarrolladoras quiebran y Atari queda al borde de la bancarrota. Todo esto sumado a la salida al mercado de los ordenadores domésticos provocó la crisis de los videojuegos de 1983.


Entonces desde Nintendo se pensó que había que disfrazar su consola de juguete, y así abrir un resquicio en las negativas de los comerciantes y los distribuidores. Nintendo presentó su consola como un juguete, desviando la mirada hacia R.O.B. y también hacia la Zapper. Este hecho, el disfrazar a la NES de juguete, permitió a Ninendo introducirse en Estados Unidos y empezar su campaña de demostraciones y mercadotecnia. La NES se instaló progresivamente en las estanterías de Estados Unidos, donde iba cosechando éxito comercial. Al final fue una compañía juguetera, World of Wonder, la que distribuyó la NES fuera de Japón por primera vez. La NES se vendió junto a R.O.B. en el "Deluxe Set". El final lo conocemos todos. Sin R.O.B. quién sabe qué habría sido de la industria del videojuego.

R.O.B. EN LA CULTURA POPULAR

En Nintendo son conscientes de lo que significa R.O.B. para su liderazgo casi ininterrumpido en la historia moderna de los videojuegos, y para el sector en general. Más allá de ser un periférico estrafalario, poco divertido y apenas utilizado.

Por ello, Nintendo acostumbra a realizar cameos de R.O.B. en varios videojuegos, llegando a poder controlarse en Mario Kart DS y Super Smash Bros. Brawl.




Otros cameos menos importantes son apariciones en Kirby Dreams Land 3 o varios juegos WarioWare, entre otros.

   

Por si os interesa, en e-bay hay varios precios para el periférico. Bien caro si lo queréis con caja o sin estrenar, y baratito si sólo queréis el R.O.B. “pelao”. Vosotros mismos.


En fin. No muy bonito y bastante trasto, pero R.O.B. sigue teniendo su encanto, sobre todo para coleccionistas y fetichistas de los videojuegos clásicos.

LOQUO


 
   
 
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